Gracias por estar aquí y bienvenida.

Hace 5 años, Nuria vivía en un mundo que no sentía suyo.
Trabajaba en aviación, con turnos cambiantes y un nivel de presión constante que la mantenía en alerta. Su cuerpo estaba agotado, su alma atrapada en un ciclo de fiesta y desconexión que usaba como vía de escape. Era la Identidad 1: supervivencia, exigencia, miedo, hacer sin parar para encajar en un guion que no la representaba.

Entonces llegó 2020, y con él un punto de inflexión.
La pandemia abrió un portal y, casi sin planearlo, comenzó un viaje profundo hacia dentro. A través de la activación energética, la meditación, el yoga y un proceso de despojarse de lo viejo, empezó a liberar capas de trauma y memorias atrapadas en su cuerpo. Con cada liberación, una nueva Nuria emergía.

Lo que antes era caos se fue transformando en claridad.
Lo que antes era reacción, se volvió observación.
Lo que antes era miedo, empezó a convertirse en confianza.

Poco a poco fue recordando quién era más allá del personaje.
Reconectó con su esencia, con su energía vital y con una autenticidad que llevaba tiempo dormida. La vida la fue guiando a acompañar a otras mujeres, no desde un rol impuesto, sino desde la vivencia encarnada. Su voz se volvió su herramienta, su mirada estratégica el faro, y su experiencia personal la brújula para guiar a otras.

Hoy, como Proyectora 6/2 con autoridad autoproyectada, encarna su misión de una forma simple y poderosa: no empuja ni fuerza, sino que abre caminos invisibles y acompaña a quienes están listas a cruzar el puente del viejo yo al nuevo ser.

Su historia es la del puente entre dos mundos:
🌑 El viejo mundo de la exigencia, la desconexión y el piloto automático.
🌕 El nuevo mundo de la autenticidad, la coherencia y el amor propio.

Nuria no solo ha cruzado ese puente: ahora lo sostiene para que otras también lo atraviesen.